Escultor, pintor, diseñador, paisajista y amante de las Camelias y del Camino de Santiago
"Cándido Pazos López nació en Santiago de Compostela, dibujante galardonado con el Premio Nacional de Dibujo es, además de escultor, pintor, diseñador y paisajista, investigador, viajero, atleta, piloto de automovilismo, embajador con letras mayúsculas del Camino, gran apasionado de la jardinería en general y de la camelia en particular."
Alberto Barciela. Periodista, comunicador y escritor.
Alquimia para
la belleza
Francisco Pablos
Novelista, ensayista, crítico y experto en arte, miembro de la Real Academia de Bellas Artes.
Mientras acaricia sus obras, con delectación amorosa, Cándido Pazos semeja contemplar la alquimia de su tarea al pronunciar el arcano de pronto desvelado: azaira. Y es que en el proceso de su taller; entre bonsáis de camelia, nunca antes conseguidos, y cachivaches mil traídos por peregrinos de todos los caminos jacobeos, ha molido y decantado azabaches, bituminosas y quién sabe si hasta circonitas y crisoberilos de tesoros soterrados que guardaron, durante siglos, moros enanos en la mágica y evanescente Galicia, sobre cuyos verdes mansos llueven estrellas cada noche.
De esa transmutación surge la materia inédita de sus esculturas de curvas airosas, de oquedades de misterio, de aditamentos en refulgente plata, cuyos brillos atenuados insinúan al espectador un guiño de convivencia. Tradición y modernidad se funden y confunden, sorprendiendo con el tópico, que eleva a categoría perdurable, o pensando que el Señor Santiago, antes de descansar en Compostela, también fue caminante hacia su reposo definitivo, religioso y mágico, inquietante y tranquilizador.
Verdes negruzcos, negros verdosos. Luces imaginarias de cuarcitas y micas. La inspiración,
las manos, las muflas. Todo ello es necesario para estas expresiones corpóreas sugerentes, como un requiebro, como un madrigal. Cual melodía de zanfoña que llegó al gran órgano catedralicio.
Benvenuto Cellini habría sido su amigo, y acaso el Santo Oficio le espiaría. Porque tanta, tan inefable belleza, humana no es, y puede que Paracelso ande por medio.
Descubre a la persona y a sus obra a través de sus historias.
De igual manera que no se puede conocer a una persona por una única vivencia concreta tampoco su obra, por eso nos encantaría que descubriesen cuáles son las pasiones de Cándido Pazos y como han marcado su trayectoria.